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Qué es Verwandlung?

Costumbrismo

Se perfila la luz de la ventana sobre el irregular muro estucado de mi habitación, gloriosa y acogedora, estupendo refugio de pirados sin remedio. Despertares tan agradables, tan llenos de fragancias reminiscentes de momentos producto de la epopeya postmoderna en que se ha convertido mi existencia. Fuegos artificiales estallan cada día en mis pupilas, cada día majestuosos y orgullosos de ser. Cada día cruzan nuevos personajes las aceras colindantes de mi edificio. Cada día se hornean hermosos los panes de la panadería frente a mi casa. Cada día un nuevo café. Una nueva sonrisa de esa chica del tren. Un nuevo pensamiento regalado a mi princesa. Una nueva preocupación por mi padre. Cada día me reconstruyo a base de retales de satisfacción. Efímeros como sólidos, míos en definitiva. Me imagino, me olvido. Me creo.
No son días de gesta. No son en absoluto días de gloria conquistadora, de leyenda de ese hombre que se hace a sí mismo cada día. En estas horas de recogimiento ni siquiera aparecen las motivaciones que antaño me obligaban a sentarme al teclado y vomitar mi verbo interminable.
Pero sinceramente, la verdad es que no recuerdo días más tranquilos. Tal vez la felicidad sea ésta, tal vez no, pero no me preocupa lo más mínimo si lo que hago es lo que quiero. Y creédme cuando os digo que lo es.
Mejor aún, no lo creais... reconstruid también vosotros vuestros días. Haced vuestros vuestros minutos, vuestras horas. Regresad dentro y partid de ahí. Conviene andar el camino en orden...

2 comentarios

Heskit -

Dejate de tanta poesia y a ver si llamas, perrocabron!

Indraugnir -

Hostias! estas vivo!!

me alegro de saberlo ;-)