Peligra la integridad personal si se mezcla uno con estos pollos descabezados. D es serio, pero su locura emana de su cabeza con la energía desmesurada de un chimpancé pigmeo. S es la intermitencia deliciosa del insecto contra la bombilla, genialidades en un compás maquiavélico por descabellarme. Sin ellos no hay Verwandlung, pues sobre ellos se cimienta su misma esencia, su candor infinito. K no es K sin D y S. Más quizás lo sea más sin ellos, extraña diatriba la que les ofrezco pues. Más inintencionada. Bien saben que los efluvios sanguíneos que les regalan mis manos no son más que sus verbos reciclados... Alas, quien me entienda que me alquile (devolver antes de medianoche). Y ahora K se acuesta deliciosamente solo. Trás la ventana, brillante cual espejo, revolotean las nínfulas. Sacaré el RAID.
